Monday, December 11, 2006

EL JINETE ROJO DE LA CARRETERA PERDIDA


Demasiado poco valor es cobardía y demasiado valor es temeridad.
ARISTÓTELES

Cuando el devenir de la guerra se volvió en contra de los alemanes en 1943, Hitler intentó forzar a Bulgaria a que declarara la guerra a la URSS. En agosto de 1943, después de volver de un encuentro con el dictador alemán, el rey Boris murió en circunstancias misteriosas y fue sucedido por su hijo de seis años, Simeón II, y se constituyó un gobierno proalemán dirigido por Dobri Bozhilov. Un movimiento de resistencia antialemán organizado por los comunistas y los agraristas se opuso al régimen de Bozhilov, que cayó en mayo de 1944. El gobierno entrante rompió sus relaciones con Alemania, pero fue demasiado tarde. La URSS había declarado previamente la guerra a Bulgaria el 5 de septiembre. No se produjo ningún enfrentamiento, y el gobierno búlgaro solicitó más tarde a la URSS un armisticio; Bulgaria, además, declaró la guerra a Alemania el 7 de septiembre. El armisticio fue acordado por la URSS el 9 de septiembre, bajo la tutela de las fuerzas soviéticas; un gobierno sumiso a la URSS fue establecido inmediatamente. Por un plebiscito en septiembre de 1946, los búlgaros destronaron al rey Simeón y acabaron con la monarquía; una semana después Bulgaria se proclamó una república popular. Durante la mayor parte del periodo comunista, Bulgaria fue una de las sociedades más cerradas de los antiguos países satélites soviéticos. En 1953 el gobierno decretó que todas las personas que dejaran el país sin permiso serían condenadas a pena de muerte y sus familias corrían el riesgo de ser internadas en campos de concentración. También decretó que los 800.000 turcos bulgarizaran sus nombres. Como miembro del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) y del Pacto de Varsovia, Bulgaria fue uno de los aliados más firmes de la URSS. Durante la década de 1970 el país recibió una importante ayuda financiera de la URSS, que se destinó para la industrialización. Con la caída del comunismo, Bulgaria fue, poco a poco, regresando a la democracia hasta llegar a su situación actual.

Al marge de la historia, cuando uno visita Bulgaria se da cuenta de que no hay apenas turistas. Uno tiene la sensación de ser el primer occidental que traspasa el telón del Este. La gran mayoria de monumentos búlgaros están dedicados a la historia, la ciencia y a la exaltación del régimen comunista. La huella monumental soviética está presente aun en muchos rincones del pais. Estatuas erigidas en pleno apogeo comunista. Soldados manipulando cañones o empuñando ametralladoras o atletas y gimnastas que destacaron durante la guerra fría son monumentos de una era donde los héroes eran los ciudadanos camaradas.

Esta imagen es una estatua comunista gigantesca que encontramos en medio de una desolada carretera mientras cruzabamos el pais.

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